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  • Miguel Santa Cruz

¿Es necesario entrenar con pesas?

Esta es una de las preguntas que más recibimos los entrenadores personales.

Según la investigación, el entrenamiento de fuerza de baja y alta intensidad produce beneficios a nivel fisiológico y psicológico.

Los beneficios de esta forma de entrenamiento incluyen mejoras en rendimiento físico, control de movimiento, velocidad, funcionalidad, desarrollo óseo, índice metabólico y fuerza muscular.


Además, el entrenamiento de fuerza está asociado con mejoras en habilidades cognitivas en adultos mayores, autoestima, estado de ánimo, reducción de los síntomas de ansiedad entre adultos sanos, reducciones en la intensidad del dolor entre pacientes con dolor crónico, osteoartritis y fibromialgia.


Dados los numerosos beneficios de entrenar fuerza, la popularidad del entrenamiento con pesas ha ido creciendo de manera exponencial.


¿Las pesas son imprescindibles?


En breve no es necesario como requisito indispensable para que se dé la práctica de actividad física. Pero, sin embargo, sí que es algo altamente recomendado y te explicaré por qué.


Cuando una persona comienza a entrenar, un campo al que debería darle especial atención (independientemente del objetivo personal que tengas) es el del trabajo de fuerza, ya que esta es la base de cualquier movimiento y de la conservación de la salud. En definitiva, de la vida. Según la RAE (Real Academia Española), fuerza es "la capacidad física para realizar un trabajo o un movimiento".


En otras palabras, fuerza es aquello que necesitamos para tener una mínima autonomía y funcionar en este mundo. Una vez que sabemos esto, lo siguiente que debemos preguntarnos es:


¿Cómo entrenamos la fuerza?

Una forma rápida y sencilla de responder a esta pregunta sería: realizando cualquier clase de ejercicio que te suponga luchar contra una resistencia y que conlleve cierto grado de dificultad. Ahora bien, esta resistencia la podemos obtener a través de objetos (pesas, barras, pelotas, ...) o a través de nuestro propio peso corporal.


Con la última de las opciones podrás realizar infinidad de ejercicios como por ejemplo flexiones, zancadas o burpees. Pero, incluso variando estos ejercicios (con los cuales podrás hacer miles de combinaciones para dificultar o facilitar el movimiento), tenemos un factor que nos limitará siempre: nuestro peso es el que es.


Con esto quiero decir que, si entrenas mucho llegará un punto en el que puedas realizar 30 repeticiones de un mismo ejercicio sin cansarte y esto no es lo más eficiente para trabajar fuerza (aunque no me centraré en este tema ahora).



Por el contrario, a través de las pesas podrás ir subiendo la dificultad de los ejercicios mucho más progresivo e indefinidamente, permitiéndote trabajar en un rango entre 6 y 15 repeticiones (óptimo para el trabajo de la fuerza).


Quiero aclarar el hecho de que tu entrenador te ponga "x" número de repeticiones de un ejercicio. Se considera trabajar con 15 repeticiones a trabajar con un peso que puedas mover durante 15 repeticiones, pero no 18-22-30. Es decir, debes buscar acabar las series de trabajo con un cierto grado de cansancio. Si no produces cierto "estrés" al músculo, entendido como "que salga de su zona de confort", no le darás motivos para que cambie. Así que recuerda: saca tu mejor versión y no te conformes cuando entrenes fuerza.


Dicho esto, me gustaría recomendaros que si elegís entrenar con pesas, lo ideal sería hacerlo en un gimnasio o centro deportivo donde la variedad de herramientas disponibles será mucho mayor y, por tanto, facilitará que la progresión se dé de manera mucho más rápida.


Recuerda: Entrenar con pesas no es imprescindible, pero si decides hacerlo y es una forma de entrenar para ti, confía en la ayuda de un profesional del deporte que diseñe un plan de entrenamiento que te ayude a alcanzar tus objetivos y para practicar los ejercicios con seguridad.





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